Hastukoi – Utada Hikaru (2018)
En la vida de los que vamos por ahí enamorándonos a veces parece que hay un solo amor verdadero, esa primera vez que amaste como si no hubiera un mañana. Hay amores que te dejan un sabor a tabaco, como en First love, uno de los primeros sencillos que Utada Hikaru lanzó en 1999 junto con su primer álbum, que también llevaba el título First Love.
En la misma canción Hikaru le pregunta a su primer amor: «Mañana, a esta hora, ¿dónde estarás? ¿En quién estarás pensando?«.
El pasado junio de este 2018, casi veinte años después de ese primer disco, Hikki presenta su más reciente producción, Hatsukoi, que curiosamente también significa «primer amor».
Hikaru, una mujer que siempre ha amado de más, una intérprete que ha vivido grandes historias de amor y grandes traiciones. Aún así, ella siempre se ha presentado como es: despistada, egoísta, toda una prisionera del amor porque le es inevitable volver a caer.
Ya lo sé, soy súper fan y me encanta todo lo que hace.
La primera canción de Hatsukoi es Play a love song, Hikaru se muestra como una mujer a la que un nuevo primer amor le sorprende, tanto que le pregunta si puede decirle que le ama, ¿es este el momento de poner una canción de amor?
Es temerosa, lo dice casi con pena, está cansada de las conversaciones tristes y se pregunta si después de tanto tiempo de pena, será prudente enamorarse.
Estoy muy triste, por favor dime que me amas.
Anata, la segunda canción del disco y cuyo título en español sería «Tú«. Para Hikaru, ese tú con el que ahora comparte un mundo ya de por sí terrible, abrumador, trágico. Se hace brillante cuando apareces tú.
Pero también hay que dejarse rendir ante el amor. No importa si nos espera un valle infernal, quiero protegerte. Vamos a protegernos de nuestros infiernos personales. Entre tanta ansiedad, vamos a darnos calma.
Hatsukoi, la tercera canción, que de la título al disco, hace que el sentirse enamorada es algo a lo que Hikaru no puede oponerse. Nunca podremos contra lo que nos dice nuestro corazón.
Uno se enamora muchas veces pero pocas veces se siente que se necesita a alguien. Ella es terriblemente débil, torpe y hasta una sola palabra puede destruirla, se ofrece cómo es. Se rinde.
El corazón le dice que nunca se había sentido así, este sí es su primer amor. Hasta la lluvia se lo dice, está llorando.
En la siguiente canción, «Chikai«, que se traduce al español como «Juramento«, sabemos que el destino es el dueño de todo esto, entonces hagamos todo lo necesario para siempre estar juntos.
Vamos a ponernos anillos, de esos que son del color del sol de la mañana, quiero dormir siempre junto a ti. No necesitamos de ceremonias, ni de flores, tampoco de testigos. Tengamos nuestra propia ceremonia.
No soy alguien que necesariamente ame las bodas, pero cada quien sabe cómo sella ese compromiso, ese juramento de amor. Vamos a escuchar el sonido del sol cuando está amaneciendo, hombro con hombro. ¿Esta es toda la cursilería que necesitamos para nuestros pobres corazoncitos? Esto va en crescendo.
La quinta canción del álbum, «Forevermore«, o sea, no para siempre, sino para siempre jamás. O sea, que el amor no tiene límites en esta dimensión.
Unos pueden irse y llegar otros, pero cuando alguien se te clava en el alma, lo vas a querer para siempre, o eso quieres creer.
Yo no sería yo, si no te hubiera conocido. Hay personas que por tanto amor siempre te dejan «algo» adentro, algo cambian de ti. Pocos amores en la vida te dejan una cicatriz en el alma, algo de ellos que se vuelve parte de tu personalidad.
«Too proud«, la siguiente canción comienza a torcer tanto dulce. Aparece el orgullo, las dudas, ¿qué tal que prefiero conocer a otras personas? ¿Qué tal que ya ni quiero que me toques?
¿Será el orgullo? Qué tal que pretendemos que uno de los dos ha muerto o que somos un par de extraños.
¿Y si prefiriera que me tocaran otros que no conozco no y tú?
¿Qué harías si te digo lo que realmente pienso?
«Good night», nuestra siguiente canción en el disco, le da la bienvenida al adiós.
Cierras los ojos, quieres dormir pero no quieres invitar a nadie a tus sueños, ha llegado el momento de volver a «olvidar», es hora de reencontrarse con la soledad y contarle cómo hemos estado últimamente.
Luego continuamos con «Pakuchi no uta«, «La canción del cilantro»: Nunca podré odiarte, no importan los insultos, prefiero fingir ignorancia que odiarte.
Vamos a cocinar, con mucho cilantro y algo de curry, qué tal que hoy es el cumpleaños del sol, vamos a felicitarlo.
«Nokoriga«, la novena canción de Hatsukoi, que significa «Persistente aroma«. Entendemos que hasta lo que suponía que no se iba a romper, vale madre. Te busco por ahí y te extraño, te extraño un chingo.
De nuevo tocas el vacío, la falta. El otro se convierte en una mera sombra que no se va, la mancha perfecta. Te medio emborrachas para dormir y soñar con esa persona, con ese lado que te hacía reír, que te hacia bien.
La décima canción de Hatsukoi es «Oozora de Dakishimete» o «Abrázame en los cielos«. Si alguna vez volvemos a vernos, sé quien siempre has sido, yo sigo siendo la misma persona.
Vuélveme a besar pero no me digas que esta será última vez. Si vuelves a aparecer en mis sueños, al menos abrázame ahí. Sé que después de eso voy a despertar triste, voy a llorar.
Yo sigo siendo la misma persona porque te sigo esperando. Es pura codicia mía, pero vuélveme a besar. Si sólo voy a a volver a verte en mis sueños, que sea para siempre.
«Yuunagi» es la siguiente canción y quiere decir «Tarde de calma«. De pronto vuelve la tranquilidad, de pronto aceptamos que las cosas son así. Que tarde o temprano todo tiene un final, una ley que aplica para todos y que no podemos hacer nada porque a veces se vuelve imperceptible, una parte importante de las situaciones y las cosas.
Hasta las olas llegan y desaparecen.
Hatsukoi cierra con «Shitto sareru beki jinsei«, es decir, «Una vida para ser envidiada«. Lo que tuvimos fue una gran historia, no importa si pienso en esto dentro de 50 años, lo que tuvimos fue la vida que todos envidian.
En el fondo todos queremos ser felices, todos lo deseamos, hasta envidiamos cuando otros parecen estar viviendo el amor más profundo.
Siempre serás parte de mi vida, a pesar de todo seguiremos juntos porque siempre seguirás en mi. No importa que quieras ser humilde, cuando existe un gran amor en la vida sabes que has encontrado uno de esos grandes tesoros y misterios de nosotros los humanos.
A veces lo que necesitamos es que nazca un nuevo amor para quitarnos las flores de los lutos.
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Esa es toda la historia de un gran amor, de principio a fin.
Hatsukoi pasa de la emoción de conocer a una persona nueva, a amarla como si no hubiera un mañana, luego llega la ruptura y el aprender a vivir de nueva cuenta con la soledad y transformado por la presencia de alguien más, sigues siendo la misma persona, pero has crecido y siempre se quedará en tu corazón.
Y hoy que ya es el mañana, te sigues preguntando, «¿dónde estás ahora? ¿En quién estás pensando?».
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