Carne Trémula – Pedro Almodóvar (1997)

En la mayor parte de las cintas de Pedro Almodóvar vemos que se expresa a través del travestismo literario de sus guiones, en otras ocasiones deja salir su lado más masculino, el más salvaje, con protagonistas celosos, aferrados y enloquecidos por el amor o la venganza, como en ¡Átame!, La ley del deseo o Carne trémula.

Carne trémula no sólo es la primera vez que Penelope Cruz trabaja con Pedro Almodóvar,  es una película de mentes retorcidas y calculadoras. Víctor (Liberto Rabal) nace en un autobús público a media noche, sin saberlo, su vida ya empezaba en una ruta desesperada, inoportuna y sin un verdadero rumbo.

Los hombres en Almodóvar tienen obsesiones de forma natural, se enganchan a quien aman de una forma ilógica, pretendiendo que esa magia de enamorarse para siempre y de inmediato de un desconocido sea más que una obsesión, una realidad. Un simple morreo ocasional los lleva a quererlo todo.

Desde que Víctor nació las casualidades no están a su favor y sabe cómo colocarse en un lugar correcto, en el momento incorrecto y a la hora incorrecta con una precisión que lo lleva a prisión. Para ser exactos nació en Madrid, en la Navidad de 1970 durante el régimen franquista y al momento de que se había declarado estado de emergencia.

20 años después se involucra en otra casualidad, con un arma, un amor imposible y una absoluta sed de venganza.

Javier Bardem que interpreta al policía David está también envuelto de forma peligrosa y morbosa en esa red de casualidades, que ni lo son tanto, a fin de cuentas qué es la vida si no más que un guión donde de pronto otros nos están dirigiendo. También interpreta a un  parapléjico para dejarle claro a todo mundo que ser actor es un verdadero reto físico,

Carne Trémula es un drama policíaco y una telenovela de venganzas de amor, donde lo peor que le puedes hacerle a alguien es cogértela tan divinamente para que se enganche a ti, luego abandonarle y hacer que nunca te pueda olvidar.

Quién no quiere dejar a otro enganchado para siempre, porque a veces más que amor es el orgullo de poseernos como deporte, de que nuestros cuerpos simplemente se aferren y se vuelvan una masa. Esa masa de sólo placer, único, del bueno.

Carne trémula es Almodóvar desde un punto de vista más masculino, intenso y donde las relaciones entre hombres se muestran como en ocasiones se dicen ser: de amistades naturales, en las que un buen gol los puede unir, pero el amor por una mujer y el odio los pueden llegar a destruir.