Power Rangers – 2017

O la pregunta debería ser, ¿realmente necesitamos más reboots?

El mercado de la nostalgia es de los más rentables y, ¿qué pasa cuando se le combina con la grandiosa idea de revivir una franquicia para adaptarla a las nuevas generaciones? Eso, los malditos reboots.

Hemos visto pasar incontables relanzamiento de franquicias: Transformers, Star Wars, Las Tortugas Ninja y hasta el fiasco sin personalidad de Jem and The Holograms. La verdad es que yo no soy muy asiduo a ver este tipo de películas, así que suelo saltármelas, pero cuando una de ellas sí se conecta a mi pasado y despierta la melancolía, entonces sí me interesa.

Eso me pasó con Jem and The Holograms, la cual es tan perfil bajo y descafeinada que era imposible de reseñar. Ahora, 23 años después revive un dinosaurio que la verdad no estaba tan muerto: los Power Rangers.

Es un hecho que Power Rangers es una franquicia súper viva, cada año se lanza una nueva temporada adaptando el contenido de las series Super Sentai de Japón, así año tras año y sin cansancio.

Muchos dirán que como la primera temporada, los Mighty Morphin Power Rangers, no habrá otra y en eso les doy la razón. Se me ocurrió ver algunos de los capítulos de las primeras temporadas que están en Netflix, incluso hay una versión re editada de la primera, y pues sin novedad, lo que siempre supimos: es una serie bastante babosa y ñoña, siempre auto conclusiva y con personajes tan unidimensionales que no podríamos hablar de buenas actuaciones. En fin, como todas las series «para niños» esta también estaba bastante subestimada por los productores, hasta el punto de que era un producto bastante tarado.

Si somos honestos, desde niños nos cagaba y aburría la parte uber ñoña de la serie, lo bueno empezaba cuando se enfudaban en sus trajes de spandex de colores, sacaban sus armas o se trepaban a sus dinosaurios robot, lo demás era paja pura e innecesaria. La verdad es que uno difícilmente uno se cansaba se ver cómo todos los días se armaba el Mega Zord-botarga y le daba en la madre al mosntruo-botarga en turno.

Obviamente la violencia siempre quedaba supeditada alguna babosada: los monstruos siempre atacaban la parte abandonada de la ciudad (lo bueno es que los edificios de esa zona eran de cartón, me imagino que por eso estaba abandonada el área) y los malos como Lord Zedd o Rita Repulsa eran malos nada más por que sí.

Por encima de todo era bastante barata, las escenas de acción venían cortadas de la televisión japonesa, el resto de la atmósfera se resolvía fácilmente con bastante hielo seco y unos diálogos piteros.

Sin embargo, cuando éramos niños no sabíamos todo eso y las batallas de botargas eran realmente alucinantes. Llámenme cursi, pero yo sí prefiero las luchas con piedras de unicel y chispitas que los monstruos y Zords hechos digitalmente. Lo análogo tiene mucho encanto.

A pesar de sí misma, Mighty Mophin Power Rangers tenía momentos gloriosos, como la aparición del Green Ranger y su Dragon Zord. El resto eran un montón de situaciones súper tetas que desde que tenía 11 eran inmamables, pero insisto, lo chingón eran las secuencias de acción, las acrobacias, las artes marciales.

Excepto esas secuencias de peleas en parques infantiles convenientemente sin niños.

Es por eso que me vale madre si la nueva película intenta justificarlo todo de un modo nuevo o si el Black Ranger ya no es negro y la Yellow Ranger asiática, para que nadie se sienta aludido y ofendido. Me viene valiendo un carajo si la nueva Rita Repulsa dejó de ser una bruja anciana para convertirse en una MILF terrible.

Lo que no me vale verga es la parte fetichista: los trajes, cómo van a ser los Zords y por dios, ¡el Mega Zord!

Los trajes nuevos en un principio no me gustaron, quizás sea ese espíritu purista; pero para ser honestos, ¿se acuerdan del diseño de los trajes para la película de 1995? ¡Estaban súper chingones! Pero si hablamos de los nuevos, hay algo en la textura que no termina de encantarme, los cascos siento que se ven todos iguales, cuando cada uno solía ser lo más auténtico de cada Ranger; en fin, quizás sea muy pronto para decir algo, sobre todo cuando a penas hay un teaser y unas cuantas imágenes.

Me negaba, pero ahora me muero por ver la nueva versión de los Power Rangers, evidentemente la mercadotecnia ha funcionado en mí; ahora muero por vestirme de Green Ranger para un próximo Halloween y en cuanto sepamos cómo va a ser el Mega Zord será argumento suficiente para saber si terminaré comprando todos los juguetes que aparezcan.

No sé si realmente queríamos un reboot de los Power Rangers, pero por supuesto que lo merecen, en términos de mercado, por supuesto. Si hablamos de la historia de los adolescentes siempre fue muy babosa, así que si ahora tiene un tratamiento menos idiota se le habrá hecho justicia. Lo frágil está, naturalmente, en las secuencias de acción y los Zords.

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Se rumora por ahí que la productora Lionsgate planea apostar muy duro a revivir esta franquicia, incluso se habla de producir unos 6 o 7 filmes; algo que hace años cuando se lanzó la primera película parecía impensable, pues en aquel momento no pasó de ser una extensión de la serie de televisión y así fue como fue percibida por Hollywood, como un producto menor, hoy en día las cosas han cambiado y aparentemente tienen sus esperanzas puestas en el poder del spandex de colores.

En fin, ahora a esperar hasta el 2017.