Atelier (aka Underwear) – Netflix 2015
El crecimiento de Netflix es innegable y esto no sólo es debido a que cada vez más personas consumen sus contenidos en demanda sino a sus producciones originales; a partir del año pasado no sólo han apostado a producir series, también documentales, filmes, animaciones y ahora entran al terreno de las telenovelas al co-producir con la televisora japonesa Fuji TV el teledrama «Atelier».
Probablemente ver una telenovela japonesa o dorama (como son conocidas estas producciones) no parezca una prioridad para cualquier especialista en publicidad, sin embargo Atelier o Underwear (como es conocida originalmente en Japón) es mucho más que un drama de romance o la lucha entre pobres o ricos, de hecho no tiene nada que ver con eso, es una lección de marketing y publicidad en 13 episodios.
La historia está centrada en Mayuko, una chica recién graduada de la universidad y que desea comenzar su carrera, su primer trabajo es es una tienda de lencería de diseñador en un distrito comercial de Tokio, ahí se encontrará con el resto de los empleados y con Namjo, una diseñadora de lencería femenina y una mujer con más de 30 años al frente de su propia marca, Emotion.
Es ahí donde comienza la lección, no sólo seremos testigos de cómo Mayuko se integra a un mundo diferente a ella, sino también como se reinventa una marca y cómo enfrenta a sus consumidores. A continuación te presentamos las 8 lecciones que aprenderás viendo esta fabulosa serie:
1) Todo el trabajo creativo se hace en equipo.
A pesar de que Namjo es la principal diseñadora de la marca Emotion, todo el trabajo se hace en conjunto, probablemente su personalidad está impresa en la forma de trabajar de sus empleados, pero ella sola no podía lograr nada. Además, las aportaciones del resto del equipo siempre pueden encontrar esa idea que hace falta para encontrar la idea ganadora.
2) Las marcas deben luchar por ser auténticas.
Cada marca debe tener como una de sus principales prioridades ser única y auténtica. Todos necesitamos los mismos productos, en el caso de Emotion, al producir ropa interior hacen que cada pieza esté confeccionada a la medida de la consumidora y cada diseño es único e irrepetible, esto hace que Emotion sea una empresa muy diferente a sus competidores.
3) Los clientes son lo más importante (no su dinero).
En Atelier vemos como Namjo, la diseñadora y dueña de la empresa, atiende a una mujer de edad avanzada, ella intenta hacer un acto de caridad y no cobrar por el trabajo realizado, sin embargo la anciana le da los pocos centavos que tiene y la dueña lo recibe como un pago justo. Esto nos demuestra que los clientes son el eje de todo, y ellos harán el esfuerzo posible por pagar justamente por nuestro trabajo, siempre y cuando esté dentro de sus posibilidades. Por otra parte son sus historias personales las que construyen los relatos que la publicidad usa para crear sus mensajes.
4) Una idea puede ser buena, pero siempre habrá más.
Seamos honestos, una mente creativa puede producir más que una buena idea. No tienes por qué aferrarte a una sola buena idea en el trabajo creativo, muchas veces puede parecer la mejor pero la competencia se te puede adelantar y usar una muy parecida, ¿lo que sigue? ¡Crear otras cosas! No limites tu imaginación a un solo concepto, siempre pueden venir otros mejores.
5) La publicidad no debería urgir a comprar sus productos.
Atelier plantea la idea de que la publicidad debería ser honesta y coherente con la realidad y no debería obligar a las personas a comprar productos prometiéndoles felicidad o satisfacer sus necesidades. Es una idea muy diferente, los productos deberían ser bellos y ofrecerle el máximo de calidad a sus consumidores para que sea el producto el que hable sin decir nada, pues mejor publicidad que un cliente satisfecho no existe.
6) Por muy bello que sea un producto, si nadie lo conoce es como si no existiera.
Es como la regla de si un árbol cae y nadie está ahí para escucharlo y verlo caer, ¿realmente cayó? Pasa lo mismo con los productos, no importa que sean los mejores, necesitas darlos a conocer y hacer que las personas los quieran conocer, desearlos y tenerlos.
7) Las grandes empresas tienen mucho que aprender de las PyMEs.
Mientras que en las grandes marcas y empresas los objetivos principales son aumentar las ventas o tener un retorno de inversión más seguro, en las empresas pequeñas y medianas lo que más importa es la satisfacción del cliente y ofrecerles alternativas personalizadas para sus necesidades.
8) Los consumidores saben lo que quieren; las empresas no.
Las empresas deben aprender a comportarse cada vez más como consumidores si quieren adelantarse a satisfacer sus necesidades. Esa es la clave detrás de negocios como Uber, por ejemplo, al reconocer una necesidad de los usuarios y proponerles un servicio, no del modo tradicional que trata de inventar productos e inventar necesidades, por el contrario, los productos deberían responder a la personalidad de las personas y buscar soluciones para su vida diaria.
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Este artículo es una colaboración y originalmente está publicado en Cliente Y Medio.