The Muppets (2015)
En estos días el canal Sony Latinoamérica estará estrenando la serie The Muppets, un esfuerzo por revivir a estos personajes que son los favoritos de varias generaciones y que habían comenzado a quedar en el olvido gracias a que en los últimos años sólo aparecieron unas tantas películas que básicamente pasaron desapercibidas en la cartelera.
Los productores se ahorraron el tener que ganarse a una nueva generación y en lugar de ello prefieren llegarle a los treintones y cuarentones que sí crecieron viéndolos y he ahí el hecho más importante: nosotros ya crecimos, también ha llegado el momento de que los Muppets se porten como adultos.
The Muppets es un faux reality show, al estilo de Modern Family y básicamente es un un show dentro de otro show, es decir, veremos un mockumentary del día a día en la oficina de producción del talk show, Up Late with Miss Piggy, donde trabajan los Muppets y encontraremos a casi todos nuestros personajes favoritos: Kermit, Gonzo, Miss Piggy o Animal.
Lo primero que me viene a la cabeza es que si se trata de un programa de comedia, no se puede ser condescendiente: es divertido o no, te arranca una carcajada o no. Para no ir más lejos, The Muppets no es el show más divertido en la historia y aunque tiene sus momentos, comienza a ponerse a mejor conforme van avanzando los capítulos, aunque al principio me parece forzado y medio plano.
Ahora, es un hecho que tienes que asumir que es un show para adultos, con chistes de adultos y con situaciones adultas. No podemos exigirle a los Muppets que conserven su virginidad por toda la eternidad, así que una vez que asumes y aceptas que no se trata de un programa para niños puede parecer bastante ingenioso, y como dije antes, tiene algunos momentos divertidos.
De entrada Kermit y Miss Piggy ya no son una pareja (eso ya lo sabíamos, pero ahora es un hecho) y de ahí partimos, Kermit tiene que convivir con su ex-novia, con complejo de diva y a la que ahora sólo ve como una loca histérica. De hecho, hasta las «facciones» de los Muppets se ven más maduras: Miss Piggy se ve como una cougar, Fozzie es un adulto fracasado y Kermit, vaya, se ve más agobiado que de costumbre.
Probablemente mis momentos favoritos sean cuando aparece Miss Piggy en escena (el segundo capítulo sí que es divertido) con todas sus histerias y exigencias, celos profesionales y celos poco profesionales. Tenemos a Scooter (Kiko, para los fans de la versión latina) el cual me hace pensar que es gay (su optometrista le parece guapo) y a Gonzo, incapaz de tener una cita y siempre agobiado por su aspecto de fenómeno (a la fecha, ¿qué es Gonzo y dónde demonios está Camila?
Lo que me parece más genial es el show, como el de antaño, es que cuenta con múltiples estrellas invitadas, tanto celebridades como músicos, entre los que se encuentran Imagine Dragons, Elizabeth Banks, Josh Groban, Jay Leno, Christina Applegate o Reese Whiterspoon y en próximos capítulos aparecerán Michelle Pfeiffer, Jennifer Lawrence y Sofía Vergara.
A partir del segundo episodio la serie se va volviendo más divertida, aunque realmente no te matará de risa ni tienemomentos hilarantes, es divertida A SECAS, casi sin vida como una marioneta. Tiene un humor bastante Godínez, y lo digo porque gran parte de la acción sucede en la oficina de producción del show Up Late with Miss Piggy, ya sabes, esas absurdas formas de intimar con los compañeros de trabajo, que son como extraños con los que básicamente tienes que convivir todos los días. Los Muppets tienen problemas de treintones: citas, rupturas, el momento en el que te das cuenta que ha pasado el tiempo y quieres hacer algo con tu futuro o la pura ilusión de querer ser alguien en la vida.
Fozzie me parece insoportable y por lo menos en los primeros capítulos tiene bastante peso en la historia y la verdad es que es sumamente annoying. Me desespera. Quiero menos Fozzie y más Miss Piggy. Por cierto, alguien creyó que era una gran idea casi sacar a Ruffo del show y queda relegado como un barman al que los Muppets van a beber después del trabajo y con un único chiste lugar común de un collar isabelino (sí, esos que les ponen a los perros después de las cirugías).
Creo que el problema es que al final queda un show un tanto mediocre, conserva ligeramente ese espíritu baboso e infantil y en combinación con un humor ácido podría ser un cocktail bastante efectivo, pero de hecho queda un tanto plano y con momentos aburridos. Lo malo no es que le hayan quitado su esencia didáctica e infantil, creo que simplemente no puede alcanzar el estilo ácido de South Park (por obvias razones) y necesita encontrar un lenguaje más auténtico para de verdad ser más divertido y hacerte quererlo ver siempre. En realidad es tibio y sin tanta gracia. Pero como he dicho antes, tiene algunos tantos momentos en los que por lo menos sí puede distraerte.
The Muppets tiene algunos segundos de acidez, sobre todo cuando desde estos personajes se intenta hablar sobre diversidad étnica o cultural. Ahora los Muppets no sólo son adultos, se comportan y se ven más como personas (y aún así, actúan mejor que muchas telenovelas mexicanas) y creo que este update todavía puede dar para mucho más y tiene jugo y peluche que los escritores pueden aprovechar para hacerlo más chido. En conclusión, le falta la irreverencia de Jim Henson por todas partes, que sea para adultos no quiere decir que sólo tengamos que ver a los Muppets con colitis y gastritis propias de la edad, le urge ese espíritu jovial y soñador. A pesar de ser marionetas, se les ve bastante cansadas y agobiadas.