En el capítulo 10 de la novena temporada de la serie South Park, la Sra. Garrison, quien solía ser el Sr. Garrison antes de su reasignación de género, se da cuenta que aún sigue enamorada de su ex novio, el Sr. Esclavo, quien la había dejado precisamente por haberse convertido en mujer.

En ese episodio, y de puro coraje porque su ex ya está con otro, la Sra. Garrison muestra una postura férrea en contra del matrimonio gay, aludiendo al hecho de que no serían capaces de criar hijos y a pesar de que ella, en efecto es transexual. No sólo eso, comienza un movimiento para impedir que las personas homosexuales se puedan casar y hace todo lo posible para demostrar que dos hombres serían incapaces de criar a lo que fuera.

En otro de los capítulos la Sra. Garrison nos vuelve a demostrar que lo suyo es tener ideas anticuadas y se opone a que sus alumnos aprendan sobre la evolución de la especie según la teoría de Darwin. Luego, entonces, vayamos al mundo real.

Hace unos días la ex atleta olímpico y ahora sólo celebridad de reality show, Caitlyn Jenner, visitó el talk show de Ellen DeGeneres para una entrevista. En dicha conversación, Caitlyn asumió, que a pesar de que ya se operó, usa tacones, se pone aretes y tacones y extensiones en el pelo, es una señora conservadora, republicana, cristiana y de buenas costumbres, y que por lo tanto, tiene sus reservas con el matrimonio gay.

De acuerdo a sus palabras, ha tenido que cambiar su visión a lo largo del tiempo y no le gustaría interponerse a la felicidad de nadie. El caso es que la que no se lo tomó muy bien fue Ellen, quien en entrevista con Howard Stern comentó que este tipo de actitudes confunden a las personas y que no entiende cómo exige respeto y comprensión para ella pero tiene un juicio sobre los demás.

A veces la vida supera a las caricaturas.

Aunque si analizamos la situación, la experiencia de ser homosexual y ser transgénero o transexual (depende el caso) no es la misma. Quiero decir, son eventos completamente distintos pues es un hecho que no todos los homosexuales quieren ser de otro sexo y no todos los transexuales tienen preferencias homosexuales (hablando, digamos, de su sexo biológico). Las relaciones y las personas son experiencias y eventos completamente individuales, pero de lo que sí estoy seguro es que es confuso y ridículo.

Caitlyn Jenner tendrá un pasado republicano y conservador, pero podría aprender a no ser tan egoísta y no exigir que la felicidad sea sólo para ella y no para el respeto a los derechos y deseos de los demás. El problema es que en realidad, Jenner, se ha colocado como portavoz de las transexuales, usa su reality show como plataforma de promoción personal y aprovecha el espacio para hacer «activismo», lo que termina siendo absurdo e individualista pues cómo sí es capaz de hablar en favor de una comunidad pero se opone a que otra comunidad tenga equidad.

Ella podría decir que es por su edad, que a pesar de que lo suyo es subirse al tacón eso no le quita el derecho a ser decente y mustia.