Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988).
La séptima película de Pedro Almodóvar lo consagra como un narrador aventurado y hace que su humor inunde los ambientes de un modo sumamente sublime pero escandaloso, desde sus primeros momentos Mujeres la borde de un ataque de nervios tiene una narración increíblemente dinámica, es un multiorgasmo femenino fílmico, en la que la situaciones suben y bajan de intensidad desde el principio, no estoy seguro de que tenga un sólo clímax, creo que por el contrario, se trata de una secuencia de escenas enloquecidas en las que la única salida es más intensidad histriónica y decorativa.
La histeria se presenta en forma de Carmen Maura, Rossy de Palma, Antonio Banderas y Chus Lampreave a ritmo de mambo desesperado. Cada cuadro de Mujeres al borde de un ataque de nervios es ansioso, cargado de información, tiene sus momentos para burlarse de la publicidad y de la policía para llevarnos a un constante desquicio en donde la situaciones no hacen más enredar más entre sí mismos a los personajes y hasta al ensamble.
Para descifrar y aliviar la desesperación del de Pepa (Carmen Maura) existen los fármacos, no hay estribos ni límites para respetar, es como cuando de un modo decidido uno arriesga la cordura por amor, cuando por encima del aturdimiento se han perdido los estribos pero no las emociones, puede haberse enloquecido pero sólo para hacer la realidad más importante de lo que representa.
Cada secuencia se vuelve más disparatada que la anterior, es el humor de Pedro Almodóvar que se ha vuelto más fino y menos ordinario para mostrarse artísticamente alborotado, hormonal y lleno de estrógenos multicolor y con sabor a gazpacho con somníferos preparados para hacer que el terrorismo del amor se detenga, para que ya nadie más sufra por un sólo amor. De otro modo, Mujeres al borde de un ataque de nervios muestra a una sociedad individualista, en la que los problemas de los demás sólo se vuelven importantes si intervienen con nuestros planes.
En el ensayo de Pedro Almodóvar, lo que más enloquece a una mujer es tratar de comprender a un hombre, la vida es sólo una representación teatral contenida en 48 horas y donde los límites sólo existen para ser rebasados y para hacer de cada orgasmo un intenso e hilarante simulacro. Vestidos rojos, tacones altos ansiosos y cosmética maquillan los dilemas absurdos de la vida individual: ignorar el mundo, hasta la vida propia por engancharse a un épico amor por un hombre que no corresponde un amor.
Mujeres al borde de un ataque de nervios es una dramedia de humor feminista que por algún motivo se ha convertido en una de las más representativas de Pedro Almodóvar en el mundo anglosajón, incluso en algún tiempo de discutió realizar una serie inspirada en el filme y tanto en Broadway como en West End se ha presentado la versión musical (por cierto, el disco que estoy escuchando mientras escribo esta reseña).
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