En 1937 Salvador Dalí le escribió a André Breton para contarle sobre sus deseos de viajar a América para reunirse con los surrealistas norteamericanos, uno de ellos era una de las mentes detrás del filme animado Blancanieves y los siete enanos, Walt Disney. Desde entonces Dalí y Disney forjaron una estrecha relación profesional y en 1945 inició el proyecto animado Destino, el cual fue escrito y diseñado por el mismo Dalí y John Hench, un colaborador de los estudios Disney.

Para la Segunda Guerra Mundial, Hench ya había completado 17 segundos de animación, sin embargo debido a la crisis mundial el estudio optó por poner en hiatus indefinido el proyecto. De ese modo llegamos hasta 1999 cuando se realizaba  Fantasia 2000 y por decisión del heredero de la estirpe Disney, Roy E. Disney, el proyecto Destino se revivió bajo la dirección de Dominique Monféry, la producción de Baker Bloodworth y asesoría de John Hench, quien para ese entonces seguía vivo, además de contar con música del mexicano Armando Domínguez.

Destino es un hermoso pasaje de seis minutos en el que el Dios Chronos se admira de la delicada simpatía de una bailarina mortal y cuenta con los 17 segundos de animación originales (a partir del minuto 5:07) realizados por Dalí y animados por Jonh Hench, además de metraje original creado con animación tradicional y digital.

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