There’s a reason we search for the one.
En ciertos momentos de la vida tienes que dejar de pensar en el amor, sobre todo cuando te acaban de romper el corazón, recuperar la confianza en uno mismo para volverse a meter a una relación es a veces innecesario, también vale la pena explorar otro tipo de relaciones en las que no necesariamente tenemos que hablar de amor o enchular las cosas con palabras mágicas , admiraciones y te quieros.
En algún momento el corazón está cicatrizado y de nuevo tiene esas ganas pendejas de lanzarse al ruedo, de pronto te das cuenta que sigues buscando a ese alguien que se atreva a mirarte con un montón de promesas y es que esa aferrada necesidad nunca parece suficiente. Todo eso lo entendí mientras escuchaba el álbum debut de Haerts, una banda neoyorquina de synthpop, electropop, dreamwave, ethereal o cualquier adjetivo apropiado para otra banda de indie pop que amo locamente sin parar.
El track de apertura, Heart, inicia con la promesa más imposible de todas: I will never break your heart y aunque suene cursi, todas esas cosas que uno se propone cuando se está enamorando: no querer decepcionar y sobre todo, encontrar a una persona que nos haga sentir libres; el siguiente track, Wings, que resulta ser el single con el que debutó la banda, también continúa con esas melosas promesas y no, no me podría empalagar, es un sugar rush que se disfruta como si no hubiera un mañana.
Call my name es una baladita ethereal que enfatiza la letra con ecos y una vibra noventera y donde la voz de Nini Fabi suena especialmente intervenida con filtros, luego en No one needs to know la banda de inmediato te pone a bailar con un sonido más rock pop, para volver a los beats y ese rollito dreamwave en Giving up.
Haerts es un disco sumamente cursi, es una inyección de ganas de enamorarte y prometer cosas que sabes que no vas a cumplir, pero aún así es el tipo de pista de baile de donde nadie se quiere bajar; Be the one es todo eso, es preguntarle a alguien si en realidad quieres que te ame demasiado, tanto que muera por ti, pues así de cabrón suele ser el amor.
Now you’re gone
A love gone wrong
But I’ll make it
All the days es probablemente una de las canciones más poderosas de todo el disco, es tan fuerte como acordarte de cuando te la pasabas chido con alguien, tiene una carga durísima de sintetizadores, vocoder, percusiones y una letra sencilla pero realmente nostálgica y dramática (esos gritos que pega Nini Fabi, pobre).
Haerts cierra el disco con Hope, una track existencial, esperanzador y bonito, un sabor juvenil y más promesas y es que esta banda, y este disco, representan ese abrumador amor adolescente cuando te enamoraste por primera vez y de verdad; es entregar todo el corazón sin pensar en que las cosas puedan salir mal, es esa apuesta que estás dispuesto a correr porque sabes que si tu corazón está latiendo de nuevo, estás ganando.