#Retrospectiva Pedro Almodóvar Vol 1 – Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón: Almodóvar en su estado más salvaje.

Inicio una #Retrospectiva a la filmografía de Pedro Almodóvar, probablemente el director de cine que más ha influenciado en mi vida adulta y en el que a través de sus guiones, personajes, textos y escenas me he reflejado, me encontrado con un espejo multicolor, parte de una industria pop, de una lucha constante por ser auténticos y sobre todo, por un cine sumamente emocional, divertido, esquizofrénico y nostálgico. Todos los comentarios sobre sus películas son infinitamente personales, no pretendo hacer reseñas ni calificar a Almodóvar, por el contrario, me preciso hacerle un homenaje hablando de lo que una a una me hacen sentir sus historias, o debería decir, histerias

-¿Y a qué te dedicas?
-Pues yo soy una rica heredera y mis padres me pasan pasta pero se han hartado y me han dicho que me las apañe como pueda
-¿Y qué vas a hacer ahora?

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Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980).

Pepi se parece mucho a mi, es una mujer que vive sola, tiene macetas de marihuana, no sabe qué hacer de su vida pero pretende apañársela como escritora contando su historia y la de sus amigas, tiene un padre generoso pero que no acaba por darle una beca completa para vicios y como yo, como solo tiene mucha imaginación pero pocos talentos para la supervivencia natural de la especie, termina como Creativa de agencia de publicidad, en lo que resulta tener un aparente futuro y es que tal parece que cuando uno no se haya un lugar en la vida de lo único que puede sobrevivir es de convencer a otros que compren cosas que no necesitan y que a la larga, arruinan la vida. En esta primera cinta de Almodóvar ya veremos uno de sus recursos narrativos que se han vuelto un sello personal hasta en sus últimas cintas: la venganza como motor de una historia estruendosa, como germen de pasiones enfermas y que ocultamos para que nuestro lado salvaje no ensombrezca nuestro rostro de persona normal.

Pepi Luci Bom - Cartel Pepi estaba sedienta de venganza

Por el otro lado está Luci, que aunque parezca la más ordinaria esconde detrás de su facha de mujer cuarentona sumisa a una cerda sexual, una esclava depravada que sólo quiere que la humillen, pero que no la ignoren, desea ser el centro de atención de un amo que la trate como la perra que es y la castigue como se lo merece, es por eso que de inmediato se ve seducida por Bom, la cantante punk de 16 años interpretada genialmente por Alaska,

-¿No te das cuenta de que tú eres una pobre víctima?
-¡Sí, una víctima de la ola de erotismo que nos invade! ¿Y qué?

Esta cinta, más allá que de ser un documento sobre la movida madrileña es un ensayo sobre esa juventud, que más da que sea un filme medio rasposo cuando revive un estilo y un discurso sobre la libertad, se vuelve atrevido cuando se mofa irremediablemente de la publicidad dominante, de la imitación de la vida pop global y de los roles de género y es que desde este momento se habla de un verdadero porno-terrorismo, de lo que les dio por llamar «feminismo punk«: lluvia dorada a la menor provocación, drogas, sadomasoquismo y el más terrorista de los actos: la visión de la mujer como un ser que no está centralizado en el macho dominante sino en su propio placer, en el placer por sí mismo llevado hasta los niveles más aterradores, donde uno es capaz de hundirse en enfermas relaciones con tal de obtener «lo que cree que se merece»;  todo esto se ve proporcionalmente reflejado en Luci, una mujer que sólo busca sentir placer en sentirse castigada, su única condición es que se lleve su adicción al dolor al nivel más profundo, sin fijarse en el ambiente en el que está, quiere divertirse, sentir gusto por el dolor, algo que se le ha negado a lo largo de los años y no está dispuesta a que una vez que ha encontrado lo más oscuro de sí misma se disipe en un mundo de frivolidades. Y es que ese mundo de frivolidades, como el dinero, la música, el estilo y la moda parecen el espíritu en la vida de Bom y Pepi que se acompañan por la vida viviendo un presente que las hace tan vulnerables como kitsch.

Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón es Pedro Almodóvar en un estado bastante salvaje, su humor es burdo y agrio, no ácido y divertido como lo ha madurado, es quizás como una piedra de crack antes de convertirse en fina cocaína y quizás por eso sea tan adictivo y eufórico,  no hay experiencia, sólo ganas de pasarla bien y contar algo tan frívolo como las oscuras pasiones humanas.

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