Cuando hablamos de indie-pop parece que sólo estamos hablando de más pop que no es taaan popular. El género se queda corto. The Go! Team es mucho más que eso, su música se parece más a un soundtrack de película setentera de acción o a la banda sonora de una caricatura para los oídos.
Hace a penas unos días esta banda inglesa lanzó su cuarto disco, The Scene Between, una aventura ruidosa para los corazones jóvenes que saben que el pitch se lleva hasta el alma y es un hecho que este disco no está hecho para auriculares pequeños, escucharlo de ese modo resulta lastimoso y ofensivo para el sistema nervioso, así que sugiero utilizar audífonos grandes o si quieres hacerte un favor, no pongas directamente las bocinas de la computadora, búscate un buen par de monitores y aprende a ecualizar (sugiero un bass booster).
¿Es necesario ser tan mamón para disfrutarlo? Sí.
De lo contrario sólo tendrás saturación de agudos y a menos que sientas que eso le hace bien a tus oídos, adelante. Ahora, si ya conseguiste una forma profesional y decente de escucharlo ponle play y dale la bienvenida a la felicidad absoluta. Sí, así de agudo de pone todo.
I sing for the summer, wait for the fall
Dream on the forest, takin’ it all
We’re the leaves, we’re the seasons
In the garden of the city never meant to care
De alguna forma he creído que en los discos de The Go! Team se da la misma prioridad a la voz y a la letra que a los demás instrumentos, es por ello que todos suenan al mismo nivel y eso crea una atmósfera realmente saturada que se parece más a cuando bailas pacheco en un festival de música. El primer sencillo, de igual nombre que el disco, tiene esa vibra de las canciones de The Go! Team, es veloz y escandalosa, melódica y atascada.
Si no estás acostumbrado a que tu música tenga algo de glitch, sea bastante irregular, intervenida, sucia y lo-fi, entonces estás en temporada de dejarte llevar, aceptar que no todo debe ser perfecto, que lo rasposo también te pone a bailar (y por rasposo hablo más de música con rebabas, no de que sea corriente). Personalmente, me enamoré de Waking the jetstream y Did you know?, que tiene un sabor súper retro 60-70’s y una melodía sensible, cursi, y kitsch, como un tapiz rojo.
The Scene Between sorprende con algunos intermedios y melodías cortas como Rolodex the seasons, Gaffa Tape Bikini y The floating felt tip que ponen un ambiente más allá de lo experimental, lo asemejan más a un soundtrack o a un álbum, conceptual.
Algunos le llamarán Happy-pop, pues en tracks como Her last waves, The Go! Team puede arrebatarte algunos pasos o en The art of getting by (Song for Heaven’s gate) la cual no sé si pensar está dedicada a la película de 1980 o a la secta que se suicidó para que se la llevara el cometa Hale también te llevarán a estados extáticos, como una alzada de sodio o un subidón de azúcar y alcohol, a ese sugar rush de cuando estás enamorado o cuando estás emocionado por suicidarte para que te cargue un ovni a bordo de un cometa.
The Scene Between, es la promesa de que este 2015 tendrá por lo menos tiene buena música. Que más da cómo nos cargue la chingada, por lo menos el soundtrack está bueno.