La seducción vela siempre por destruir el orden de Dios, aun cuando este fuese el de la producción del deseo.

Para todas las ortodoxias sigue siendo el maleficio y el artificio, una magia negra de desviación de todas las verdades, una conjuración de signos, una exaltación de los signos de uso maléfico.

– Jean Baudrillard –  De la seducción.

Les Rencontres d’après minuit, película francesa del 2013, también conocida como You and the night y Los encuentros después de la media noche, es una de las maravillas que pueden hallarse dentro del catálogo de Netflix USA (por si te la perdiste en el Quinto Festival de Cine Independiente)  Sí, es una película francesa y sí, es una cinta erótica, así que los lugares comunes son un prejuicio para ti, quizás debas darle una oportunidad a esta cinta, que más allá de ser un desfile de chichis y pelos en francés es una orgía reflexiva sobre la sexualidad, el amor, los sueños, el deseo propio y la muerte.

Yann González, director de la cinta, reúne para una orgía después de la media noche a un grupo particular de invitados, en un elegante departamento que resulta teatral y discreto como sofocante e íntimo. Los anfitriones, Matthias y Ali ya tienen sus propios tormentos, se aman y eso es evidente, es obvio que el deseo de ella los abruma, los excita y los entristece.

Al «travestismo» no hay que buscarle un fundamento en la bisexualidad. Pues mezclados o ambivalentes o indefinidos o invertidos, los sexos y los caracteres sexuales aún son reales, todavía testimonian una realidad psíquica del sexo. JB.

Protegidos por Udo, la doncella y ama de llaves del hogar y del amor que ellos se profesan, mitad travesti – mitad ser místico, provocadora del deseo y del amor, un ser tan diabólico que se transforma con el tiempo y que además, es a fin de cuentas un ser encarnado en la vida de Ali y Matthias.

Sus invitados, van apareciendo uno a uno, cargando sus propios agobios; está ahí la puta con su actitud incrédula, aburrida y ansiosa, el macho, atormentado por que el tamaño de su verga abruma el tamaño de su sensibilidad, el adolescente, con la tentación de lo nuevo y lo prohibido, y la estrella de cine, tan expuesta como oscura por dentro, como una estrella muriendo.

Todos los momentos son oníricos, sensuales, aferrados a una estética silenciosa en la que el amor eterno es posible solo si se transforma al punto que es aún más fuerte que la misma muerte y que a veces, el deseo puede ser una carga para el alma, pero ningún orgasmo deja de ser placentero y más aún cuando se comparte el deseo.

El acto sexual se entiende como un acto ritual, ceremonial o guerrero, en el que la muerte es el desenlace inevitable. JB.

La cinta transcurre entre sueños, confesiones, recuerdos y deseos expuestos, cada uno de los personajes del ensamble habla honestamente, se desnuda ante los espectadores e invitados y no queda espacio para la intimidad, todo se vuelve obsceno y como si fuera un ritual, todos se transforman después de la orgía. La orgía es emocional y angustiante, así como el sexo real, nunca es tan perfecto, o sea, nunca es tan lúbricamente rítimico y enorme como en el porno mainstream, ni tan en cámara lenta como del cine de Hollywood, es oloroso, ruidoso, humano, queda espacio para nuestras grietas inunden el espacio con nuestros miedos, miedo al otro, el miedo irracional al placer y al orgasmo, tan pecaminoso como preciado y sobrevaluado. La muerte, la otra parte de la balanza, está presente como un camino que siempre está esperando ser abordado y que transforma a las personas y al amor.