Un día te despiertas y ahora tienes treinta y un años, la vida ya no sabe ni se siente como antes, te acabas de divorciar y ahora vives solo tratando de mantener el equilibrio entre la ciudad, the household y un trabajo que implica vaciar tu cerebro gota a gota.
Soy MariaPecadora, al igual que Paty Dyphusa soy pornstar internacional, aunque mis últimos videos no han sido publicados a problemas técnicos con mi corazón. No pregunten si soy hombre o mujer, he trascendido ese límite y ni siquiera entiendo ni quiero preocuparme por seguir deconstruyendo algo tan íntimo y explosivo como mi género.
Llevo una vida de excesos, soy farmacodependiente de diversas sustancias y aferro a todo lo que me gusta, y un día, así como me apasionado termina por aburrirme.
Hace a penas una semana, aprovechando el puente del Día del Trabajo y que no quería encontrarme con O, decidí irme a encerrar a uno de esos saunas públicos en los que los hombres asistente a tener encuentros furtivos, o en la mayoría de los casos, a exfoliarse la piel. En el tránsito de cuerpos y humedad terminé observando el acontecimiento en las regaderas, un Diablo con cuernos en la barbilla y un miembro del tamaño de mi depresión.
Tardamos en seducirnos un rato, pero después ya estábamos en un baño juntando y untando nuestros cuerpos, después de inhalar «incienso líquido» nos apasionamos más, empecé a hartarme, luego a sentirme mal, y por más que le decía al Diablo que estaba a punto de desmayarme no paró de intentar destruirme por dentro. No pudo porque me rendí en sus brazos, literalmente. Cuando recobré la conciencia ya lo estaba viendo guapo, estaba iluminado por una luz blanca y repetía mi nombre tratando de que recuperara la conciencia.
Me sorprendió que no hubiera salido corriendo con mis cosas, de hecho me cargó, me consiguió algo de comer y cuando ya estaba mejorando, mi presión quiso repetir la escena y volví a desmayarme.
Se ofreció a traerme a mi casa, ese día no estuvimos enamorando y yo me sentía como Blanche, confiando en la generosidad de los extraños. Al otro día regresó por más de mis besos, algo tienen que todos los que los prueban hasta eligen llorar que dejar de tenerlos, no sé qué demonios tienen mis labios. En fin, volvió solo a saludar e irse, y se fue, y después regresó en medio de la noche. Es ahí donde comenzó a cansarme. Despertar con él, luego irme a trabajar y descubrir que estaba modelando en una clase de dibujo a tan solo tres minutos de donde yo estaba. Una noche más juntos. El caballero Diablo, con todo y su miembro de caballo, su cuerpo bien acomodado, y capaz de mantener una conversación sobre lo que le pidiera, así fuera cine, arte, danza, política, género, pornografía y animales me estaba aburriendo. Terminé por decirle que había enfermado horriblemente y que me había ido a casa de mi familia a pasar mis últimos días.
Total Eclipse of the Heart.
Once upon a time I was falling in love, now I’m falling apart.
Creo que padezco una incapacidad increíble para relacionarme, aunque a veces enloquezco por compañía parece que en cuanto llega salgo corriendo. Si tan solo me gustaran los seres inanimados, pero no; he desarrollado un patrón por enamorarme de smart-asses, confundo el cine y amor, y de aquellos que me hagan sentir protección, porque para alguien como yo que detesta tanto esta realidad que tiene que inventarse una propia, unos brazos protectores suelen ser el alivio a todos los males del mundo.
No cabe duda que el amor es un constructo burgués, que nos encaprichamos a él como con las modas y lo que llamamos tecnología, que así como nos enganchamos a fármacos, hierbas, polvos y solventes también nos drogamos con la obsesión de no estar solos, porque parece que si está solo eres un fantasma, lo que cual a mi no me va tan mal, además de ser un pornstar internacional también soy no-muerto, no precisamente un zombie ni un vampiro, pero la muerte me acompaña en cada paso que doy y puedes morir si me amas de más.